Se puede regenerar el corazón infartado.
Se acaba de demostrar que es posible regenerar el daño que ocasiona
el Infarto Agudo de Miocardio por medio de una sustancia natural que se obtiene de una
planta muy corriente en España.
El procedimiento consigue niveles de recuperación que dejan
al corazón funcionalmente casi como en la situación previa al infarto.
La revista científica Biochemical Pharmacology acaba de publicar
una investigación en la que científicos españoles demuestran el potente efecto
cardioprotector que tiene un terperno al ser administrado tras un infarto de
miocardio.
Hace tres años los investigadores de la Red de Investigación
Cardiovascular (RIC) demostraron que al
aplicar algunos terpenos a células cardíacas que habían sido
sometidas a isquemia o hipoxia, es
decir, cuando se les reduce a la cantidad de oxígeno, éstas mantenían una alta
viabilidad.
La investigación ahora publicada supone un paso más. Los
investigadores de la RIC han aplicado terpenos a un caso de infarto en animal
entero, ligando la arteria coronaria ascendente
izquierda durante 30 minutos, con lo que provocaron un infarto de miocardio y después ,al
mismo tiempo que reoxigenaban el corazón, añadían terpenos.
Descubrieron que con dosis muy bajas (micromolares) entre 5 y 10 minutos tras el restablecimiento del flujo sanguíneo estos animales presentaban una excelente función cardiaca, manteniendo excelentes volúmenes de eyección, es decir, tenían mucho menor grado de infarto (reduciéndose un 88 por ciento el área infartada).
Descubrieron que con dosis muy bajas (micromolares) entre 5 y 10 minutos tras el restablecimiento del flujo sanguíneo estos animales presentaban una excelente función cardiaca, manteniendo excelentes volúmenes de eyección, es decir, tenían mucho menor grado de infarto (reduciéndose un 88 por ciento el área infartada).
La principal novedad del hallazgo radica en que hasta ahora
se habían probado moléculas cardioprotectoras pero, por lo general, añadidas
antes de hacer la isquemia, es decir, antes de que se produzca el infarto de
miocardio. El terpeno que se ha utilizado ahora actúa después del infarto.
La traslación futura de este hallazgo a la práctica clínica
consistiría en que añadiendo este terpeno minutos después del infarto de
miocardio, las consecuencias de éste serían mucho menores y el corazón quedaría
en una situación funcional mucho mejor.
Para medir los resultados, se han realizado comparaciones
entre el grupo control y el de los animales que recibieron terpeno, valorando
diferentes marcadores (función renal, función hepática, poblaciones
linfocitarias, etc).
A nivel cardíaco se ha observado mucha menor fibrosis (cicatriz
que deja el infarto en el corazón; 89 por ciento de reducción en la fibrosis a
Los 21 días) y volúmenes de eyección (cantidad de sangre que el corazón es
capaz de expulsar al contraerse) equivalentes a los de los animales no
infartados, sin diferencias estadísticamente significativas.
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Sideritis lasiantha |
El terpeno utilizado se extrae de la Sideritis foetens (Sideritis
lasiantha), una planta crucífera muy abundante en España, que produce estos
terpenos sobre todo en la época de verano.
El efecto cardioprotector es debido a modificaciones
moleculares específicas introducidas en la familia de los diterpenos labdanos.
Por el contrario los terpenos que no tienen esas modificaciones no son
cardioprotectores.
Además, las modificaciones en la estructura molecular han
permitido minimizar su toxicidad a nivel celular, hasta el punto que se podrían
incluso emplear concentraciones de esta sustancia diez veces mayores que la utilizadas
en esta investigación.
La síntesis química de esta sustancia es muy sencilla, lo
que la convierte en un producto muy fácil de incorporar en estudios clínicos
posteriores.
El siguiente paso será probar en animales diferentes
actuaciones que permitan simplificar más la molécula y mejorar todavía más esta
respuesta primaria cardioprotectora obtenida.
Hay además parámetros de esta molécula que todavía están
pendientes de valorar, por ejemplo si su farmacocinética es la óptima.
Respecto de si el paso a la utilización en humanos puede
suponer dificultades añadidas, normalmente será todo lo contrario.
No se esperan grandes diferencias entre animales y humanos, porque ya se han utilizado algunas líneas de células cardíacas humanas que in vitro han permitido probar la acción protectora de esta sustancia frente en una situación de anoxia.
No se esperan grandes diferencias entre animales y humanos, porque ya se han utilizado algunas líneas de células cardíacas humanas que in vitro han permitido probar la acción protectora de esta sustancia frente en una situación de anoxia.
Fuente: Biochemical Pharmacology.
Más Información: Regeneración del corazón dañado
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