viernes, 15 de agosto de 2014

Migraña e intolerancia a los alimentos



Migraña e intolerancias alimentarias

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El dolor de cabeza por migraña, que es la forma más severa del dolor de cabeza, en realidad es uno de los problemas de salud más comunes en el mundo.  

Un dolor de cabeza por migraña se caracteriza por una sensación pulsátil o palpitante, por lo general en un área o lado de su cabeza y suele estar acompañado de náuseas, vómito, sudoración, escalofríos y una sensibilidad extrema a la luz, al sonido y a los olores. Algunas personas experimentan "auras" antes de su aparición

La migraña es  una enfermedad frecuente que afecta a más de 5 millones de españoles. Se trata de una enfermedad crónica muy incapacitantes y de difícil solución. Como no comporta mortalidad se considera una patología de segundo orden, pero es muy seria desde la perspectiva de pérdida de calidad de vida. Más de 1.500.000 personas sufren más de 15 crisis de migraña al mes en España y casi un 70% de ellos no se halla diagnosticada ni tratada.

La migraña es frecuente en mujeres adultas asociada con la menstruación. Comienza antes que la aparición del período. También es común encontrarla en las mujeres con dolor pélvico crónico, o asociada con depresión.

Una teoría largamente sostenida es que la migraña se debe a cambios vasculares en el cerebro. Investigaciones recientes han determinado que se produce por un aumento del flujo sanguíneo. Un pequeño estudio observacional encontró que los enfermos con migraña tienden a tener una estructura de vasos sanguíneos diferente en el cerebro respecto de los sanos. Otras hipótesis apuntan a causas genéticas.

Sin embargo, buscando en la literatura médica utilizando los términos "migraña" y "alergias alimentarias" se encuentran casi 160 estudios. Por ello es necesario considerar esta relación.

Un exceso de histamina en el cuerpo puede ser el desencadenante de una crisis de migraña.

La enzima diaminooxidasa (DAO) es responsable de metabolizar la histamina. Si la actividad de la DAO es reducida, la histamina se acumulará en exceso por lo que se deberá de tomar medidas para minimizar sus efectos.

Como la histamina está presente en mayor o menor grado en todos los alimentos, hay que reducir el consumo de alimentos altos en histamina, como embutidos, pescados y mariscos, algunos quesos, cítricos y bebidas alcohólicas, entre otros. Ciertos medicamentos, como analgésicos y antiasmáticos, también inhiben la actividad de esta enzima.



La acumulación de histamina en el plasma se conoce como intolerancia a la histamina. Causa migraña, dolores osteopáticos, piel atópica, o síndrome de colon irritable. En pediatría puede cursar con síntomas digestivos: dolor abdominal difuso, diarrea, cefalea y vómitos de aparición crónica e intermitente.

La acumulación de histamina, en términos médicos, se conoce como histaminosis alimentaria y ocasiona, además de la migraña, otros trastornos como dolores osteopáticos, piel atópica o síndrome de colon irritable. En pediatría puede cursar con síntomas digestivos: dolor abdominal difuso, diarrea, cefalea y vómitos de aparición crónica e intermitente.

Se puede descubrir si la causa de esta enfermedad se relacionan con la alimentación mediante un análisis de sangre que determina el nivel de actividad de la enzima diaminooxidasa (DAO).

Esta relación explica porque esta enfermedad es más frecuente en mujeres que en hombres, ya que la actividad de esta enzima suele ser más baja en las mujeres. También explica que las mujeres embarazadas tengan menos crisis de migraña, pues durante el embarazo la actividad de la DAO puede aumentar hasta 500 veces, por la producción de esta enzima en la placenta.

Por otra parte, algunas publicaciones científicas estudian la retirada de alimentos en base a un test ELISA que determina que alimentos reaccionan con anticuerpos IgG, y observan que esta intervención reduce la frecuencia de los ataques de migraña.

El paso de antígenos alimentarios a través de la mucosa intestinal provoca la activación del sistema inmunológico, el cual sintetiza anticuerpos IgG, encargados de neutralizar y depurar a las macromoléculas alimentarias. Este tipo de reacción es corriente y no suele provocar manifestaciones clínicas relevantes. Pero en algún caso se produce una reacción exagerada y patológica, donde la formación de inmunocomplejos Ag-Ac resulta lo suficientemente intenso como para  iniciar un proceso inflamatorio, en el que se produce la liberación de histamina.

Así pues, la migraña no tiene su origen en la cabeza, sino en el intestino.

Para saber si tiene síntomas debidos a una histaminosis alimentaria este sencillo cuestionario puede servir de orientación. Responda a las siguientes preguntas con sí o no:

  • ¿Padezco crisis o ataques de migraña al menos dos veces al mes?
  • ¿Tengo estreñimiento y/ o tengo diarrea en ocasiones sin saber por qué?
  • ¿Tengo la sensación de hinchazón de abdomen?, ¿tengo flatulencia, molestias o dolores, o digestiones pesadas después de las comidas, aún sin haber comido en exceso? (Sentirse hinchado/a)
  • ¿Me duele la espalda o tengo dolores musculares y/o articulares o contracturas?
  • ¿Tengo la piel seca, se pone roja en determinadas ocasiones, o me salen con frecuencia rojeces, granitos o erupciones, o me ha dicho alguna vez que tengo piel atópica?
  • ¿Me encuentro muy cansado/a siempre y no sé por qué?
  • ¿Alguna vez me han sugerido, insinuado o diagnosticado que tengo fibromialgia?
 
 
 
 
 

viernes, 1 de agosto de 2014

Perspectivas actuales de la fibromialgia


 
En España hay más de 1.300.000 personas con fibromialgia. _________________________________________________ 


La fibromialgia es un síndrome de etiología desconocida que se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado y, a la presión, dolor en unos puntos específicos.

El diagnóstico de la enfermedad depende de síntomas subjetivos y referidos por el paciente, resultando de muy difícil constatación. Se ha consensuado que un enfermo cumple los criterios de Fibromialgia (FM) cuando refiere dolor generalizado durante al menos tres meses, y a la exploración física una presión moderada desencadena dolor en más de 11 puntos, sobre 18 previamente definidos. Estos puntos de conocen como puntos gatillo o "tender points".

Estos criterios se observan en el 2,4% de la población española, con un claro predominio en mujeres (4,2% frente al 0,2% en hombres) y un pico de prevalencia entre 40 y 49 años. Esto hace que pueda ser considerada una enfermedad de género y que pueda requerir asistencia diferenciada entre ambos sexos.

La fibromialgia está reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1992 y tipificada en el manual de Clasificación Internacional de Enfermedades: En la CIE-9, 7ª edición 2010, con el código 729.1 que engloba todas las mialgias y miositis no especificadas y en la CIE-10, versión 2007, donde se clasifica dentro del apartado M79 "Other soft tissue disorders, not elsewhere classified", con el código M79.7 Fibromyalgia, incluyendo a su vez: Fibromyositis, Fibrositis y Myofibrositis. También fue reconocida en 1994 por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) con el código X33.X8a.

Esta enfermedad daña la actividad laboral y limita el desarrollo de la actividad cotidiana, generando sufrimiento añadido que ocasiona baja autoestima y depresión. Como carece del reconocimiento adecuado, pues muchas personas creen que esta enfermedad se encuentra solo en la cabeza, a pesar de su incidencia y del impacto sociosanitario que ocasiona, suma la incomprensión y el sentimiento de culpa al drama personal en el que se hallan inmersos los enfermos.

Por el momento la enfermedad no tiene curación. El tratamiento busca aminorar el dolor y tratar los síntomas acompañantes, con objeto de mejorar la calidad de vida.

Si bien no hay ningún fármaco aprobado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ni por la Agencia Europea de Medicamentos con indicación específica para la fibromialgia, las prestaciones del SNS se apoyan en analgésicos y psicofármacos fundamentalmente, buscando modular el dolor. Como no actúan específicamente sobre la causa de la enfermedad, finalmente se emplean de forma crónica.

Actualmente el pronóstico es mejor al aparecer evidencias científicas sobre procedimientos no farmacológicos que mejoran la calidad de vida, mostrando beneficios: ejercicio; relajación; meditación; nutrición; psicoterapia; fitoterapia; medicina ortomolecular; consejos higiénicos.


En la fibromialgia, durante la exploración física, una presión moderada desencadena dolor en más de 11 puntos, sobre 18 previamente definidos.  Se conocen como "tender points".
Por ejemplo, en el ámbito de la psicología bioenergética, la Técnica de Liberación Emocional (tapping, EFT), en un estudio clínico randomizado, demuestra gran eficacia en el tratamiento de la fibromialgia, con mejoras estadísticamente significativas para las variables de dolor, ansiedad, depresión, vitalidad, función social, salud mental, problemas de rendimiento en el trabajo u otras actividades físicas, y también en conflictos emocionales y síntomas de estrés. Por otra parte, reduce la dimensión negativa del dolor (catastrofismo), medido como rumiación, magnificación, e impotencia. El nivel de actividad también se incrementa significativamente, a pesar de que no observa diferencias en la localización del dolor.

Algunas observaciones indican que la gran mayoría de los síntomas de la fibromialgia podrían ser la manifestación clínica de una hipovitaminosis debida a una leve deficiencia de tiamina. Se ha estudiado una muestra de mujeres afectadas por fibromialgia llevando a cabo su historia clínica, un examen físico, la evaluación del dolor crónico generalizado usando la escala numérica visual y una evaluación de la fatiga utilizando la escala de gravedad de fatiga. También se determinaron los niveles de tiamina y pirofosfato de tiamina en la sangre. Después de un tratamiento con altas dosis de tiamina las enfermas experimentaron una mejora apreciable de los síntomas.

La dieta es fundamental en el tratamiento de la fibromialgia, en particular atendiendo a las intolerancias alimentarias. Así, en un estudio realizado sobre 486 enfermos con sospecha de sensibilidad al gluten sin enfermedad celiaca se observó que la relación hombre/mujer fue de 5,4 a 1, con una edad media de 38 años (rango 3-81). Las características del cuadro clínico consistían en un trastorno gastrointestinal combinado (dolor abdominal, distensión abdominal, diarrea y/o estreñimiento, náuseas, dolor epigástrico, reflujo gastroesofágico, estomatitis aftosa) y manifestaciones sistémicas (cansancio, dolor de cabeza, dolor en las articulaciones/muscular similar a la fibromialgia, entumecimiento de piernas o brazos, mente confusa, dermatitis o erupciones en piel, depresión, ansiedad y anemia). Los trastornos asociados más frecuentes fueron el síndrome del intestino irritable (47%), intolerancia a los alimentos (35%) y alergias (22%). Se detectó una enfermedad autoinmune en el 14% de los casos.

Este estudio demuestra lo importante que es considerar las diversas intolerancias alimentarias que puedan darse con el fin de disminuir la incidencia e intensidad de los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.

El tratamiento deben ejecutarlo médicos con una amplia formación, multidisciplinar, caso del médico naturista, que dotados de una formación sólida y amplia tanto en farmacopea como en recursos terapéuticos para abordar un espectro de síntomas tan amplio como presenta la fibromialgia.
 
Por su parte el enfermo debe de implicarse en el tratamiento para lograr su recuperación, estableciendo una alianza terapéutica con el médico.


Fuente: http://www.mediconaturista.org/
Ver más: Fibromialgia y medicina naturista.




jueves, 17 de julio de 2014

Relación entre deficiencia de vitamina D e hipertensión


Nuevo estudio genético demuestra relación entre deficiencia de vitamina D y la hipertensión


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Diversas investigaciones han estudiado la posible contribución de la vitamina D al mantenimiento de la presión arterial normal en las personas que no sufren hipertensión.

Entre estas, un gran estudio ha encontrado que las personas con niveles altos en sangre de vitamina D tienen menor presión arterial y menor riesgo de desarrollar hipertensión.

Debido a los efectos secundarios que ocasionan los fármacos antihipertensivos, resulta muy atractiva la posibilidad de prevenir o reducir la presión arterial con vitamina D, y el consiguiente riesgo de hipertensión.

Lamentablemente, no todos los estudios han encontrado que la vitamina D reduce la presión arterial. Así pues, no se tenía certeza respecto de si la vitamina D puede ayudar a bajar la presión arterial y reducir el riesgo de hipertensión, o no.

Finalmente una investigación reciente, amparada en criterios genéticos y utilizando una enorme población de muestra, ha encontrado que la suplementación con vitamina D resulta eficaz en algunos casos de hipertensión, que logra solucionar.


La Hipertensión es una enfermedad silenciosa que muchas veces no causa ningún síntoma



El estudio proporciona pruebas suficientes e irrefutables al demostrar que niveles plasmáticos bajos de vitamina D se relacionan con el desarrollo de la hipertensión.

En este estudio de aleatorización con criterios mendelianos se usaron datos genéticos de más de 146.500 personas de ascendencia europea de toda Europa y América del Norte.

La investigación encontró que por cada aumento del 10% en la concentración de 25(OH)D3 había una caída en la presión arterial diastólica (-0,29 mmHg) y en presión arterial sistólica (0,37 mmHg), y disminuía en un 8,1% las probabilidades de desarrollar hipertensión.

Estos resultados sugieren que la suplementación con vitamina D puede resultar eficaz en la lucha contra algunos casos de hipertensión.

En conclusión, si bien existían muchos trabajos demostrando que la deficiencia de vitamina D contribuía al aumento de la rigidez del sistema vascular y que la suplementación con vitaminada D disminuía los niveles de tensión arterial, la vitamina D no constituye un recurso, y normalmente tampoco formará parte de la cartera de servicios ofrecidos por el Sistema Nacional de Salud para prevenir la hipertensión.


Tanto la medicina naturista, como el médico naturista, son perfectamente conscientes del hecho de que el sol es fuente de vida y salud, y que, en gran medida, esta propiedad se la debe a la vitamina D.


miércoles, 28 de mayo de 2014

El flúor daña el neurodesarrollo infantil


¿El flúor daña el neurodesarrollo infantil,

pudiendo dejar a los niños algo tonticos?

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Hasta ahora, el vínculo científico entre la exposición al flúor con propósitos profilácticos y la neurotoxicidad, en el ámbito de los profesionales de la salud pública española, simplemente no se concibe. Las publicaciones de internet que vienen refiriendo esta asociación, en todo caso, son utilizadas como un argumento útil para demostrar el nivel de influencia que puede llegar a alcanzar internet en los espíritus simples, crédulos, con pobre formación y, sobre todo, falta de criterio.

Ahora, la revista "Lancet" viene de realizar una publicación con la que también se suma a aquellos que venían señalando la neurotoxicidad del flúor, y su papel lesivo sobre el neurodesarrollo y la conducta de los niños. Como los autores esta vez pertenecen a la prestigiosa universidad de Harvard, esperemos que en esta ocasión el señalamiento no caiga en saco roto. 

Ya una revisión previa, metanálisis, realizada sobre una serie grande de estudios científicos por investigadores de la universidad de Harvard también, demostró sin ningún género de dudas que la ingesta de flúor puede dañar el cerebro y como consecuencia disminuir el cociente intelectual en los niños.

Según esta revisión, el flúor ocasiona una desviación estándar de 0´45, lo que en consonancia con las puntuaciones al uso para medir el coeficiente intelectual, con una media de 100 y una desviación estándar de 15,  equivale a decir que el flúor ocasiona una pérdida de 6,75 puntos en el coeficiente intelectual de los niños.

Recientes estudios científicos han declarado que “los resultados obtenidos apoyan la posibilidad de efectos adversos ocasionados por la exposición a fluoruros en el desarrollo neurológico de los niños.” 

Los autores del metanálisis explican que el flúor ataca realmente al cerebro en los niños no nacidos, al desencadenar en esencia un ataque directo sobre su desarrollo neurológico: “El flúor atraviesa fácilmente la placenta. La exposición al flúor durante el desarrollo del cerebro, que es mucho más sensible a las lesiones causadas por sustancias tóxicas que en el cerebro maduro, puede ocasionar daños de carácter permanente”.

Este estudio es todo un campanazo que debería de hacer temblar los cimientos de la dulce complacencia narcisista en la que viven sumidos los funcionarios de los servicios y agencias de Salud Publica en España.

Alegarán que las únicas fuentes significativas de flúor en los niños proceden de cepillarse los dientes y las encías a diario y en profundidad con una pasta dentífrica fluorada después de cada comida, así como del procedente del que reciben por medio del Programa de Salud Bucodental, que se realiza en los niños de entre 6 y 12 años, en los colegios una vez a la semana. En ambos casos, el flúor se limitará a entrar en contacto con las estructuras externas de la cavidad bucal, en particular con los dientes donde actúa de forma tópica, y luego se expulsa, enjuagándose la boca. Por ello la concentración de flúor ingerida es como mínimo despreciable.

¿Pero es esto verdad? Definitivamente no. El flúor se está administrando de forma sistémica a la población española. Un ejemplo para ello es mediante el empleo de la sal de mesa.
 

¿Qué indicación médica o sanitaria tiene el flúor empleado por vía oral, de forma interna, o lo que es decir, sistémica? ¡Ninguna!

Jamás se ha vinculado una enfermedad a la deficiencia de flúor. Jamás se ha logrado demostrar que se requiere fluoruros para mantener una dentadura libre de caries. No hay ninguna función vital que haya demostrado requerir consumo de flúor. Por el contrario, hay extensa evidencia de que el flúor puede interferir con numerosas funciones vitales.

La habilidad para controlar la dosis según pauta y posología, de cualquier medicamento, en cada paciente y forma individualizada, es fundamental en el ejercicio de la medicina. Sin embargo, no existe ningún plan de medición, ni hay ningún registro de los niveles de flúor en orina, sangre, huesos, cabello, o uñas de la población. Tampoco hay grupos de salud pública dedicados a controlar los niveles de flúor en la población sensible: niños, ancianos, enfermos.

Señalar que el nivel de flúor en la leche materna es considerablemente bajo (0.004 ppm). Por ello, una simple reflexión nos permite considerar que la naturaleza ha establecido una restricción en la concentración de flúor de la leche materna, permitiendo la independencia del bebé tanto de la cantidad de flúor que ingiere la madre como de la concentración de flúor en el plasma materno, evitando así la toxicidad que ocasiona. ¿Entonces, de donde se extraen los criterios científicos necesarios para plantear que el flúor es bueno para la salud de los niños?

También hay que precisar que el contenido de flúor que se transfiere al infante durante el amamantamiento es mucho menor que el que se halla presente tanto en la leche de vaca como en las fórmulas comerciales para lactantes, empleadas de forma rutinaria como sustitutos de la lactación materna.

Las concentraciones de flúor en las fórmulas de leche para lactantes que se encuentran disponibles en el mercado oscilan entre 1,95 ppm y 7,45 ppm, mientras que el flúor de las muestras de leche de vaca es de 0,12 ppm. En ambos casos los valores son claramente superiores a los que la naturaleza ha dispuesto en la leche materna con objeto de nutrir adecuadamente a los niños.

Desde otro punto de vista, un bebé alimentado con biberones que emplean agua fluorada (0.6-1.2 ppm) puede llegar a consumir hasta 300 veces más flúor que un bebe amamantado. Bebés y niños excretan menos fluoruro mediante sus riñones y retienen un 80% del fluoruro ingerido en sus huesos. La concentración de flúor en los huesos aumenta continuamente durante el curso de la vida.

De acuerdo con la argumentación expuesta previamente, la fluoración indiscriminada y masiva de toda la población es una intervención muy peligrosa para la salud pública. No es razonable y de ninguna manera es admisible, más cuanto que ha sido demostrado que los fluoruros son responsables de generar un daño permanente en el desarrollo intelectual de los niños.

Así pues, como médico naturista y por las razones expuestas, no puedo hacer otra cosa sino desaconsejar el empleo del flúor con vistas a evitar males mayores. Además, esto lo aconseja también la medicina naturista y el sentido común.